Conciliar el reloj biológico, los afectos y la carrera, es uno de los mayores retos que enfrentan las mujeres profesionistas y hace que algunas desistan de buscar puestos más altos, o que, incluso, deserten.
Entre 30 y 40% de las mujeres dejan la empresa después de cinco años. “A una mujer, independientemente de cuánto le pueda doler el fracaso (profesional), la sociedad no lo verá mal, pero si fracasa en casa, será todo lo contrario”, afirma el reclutador César Muñiz, cazatalentos de Russell Reynolds.
Un estudio de la consultora McKinsey encontró en 2005 que 30% de las mujeres trabajan para complementar el sueldo de sus parejas. 25% trabaja por convicción y lleva además el rol de ama de casa. Y sólo una de cada 10 de ellas trabaja para desarrollarse, y tiene ayuda doméstica.
El estudio encontró que la mayoría de las mujeres en puestos directivos hicieron carrera en una sola empresa; a diferencia de lo que parece común entre hombres ejecutivos, pocas tienen en su trayectoria varios cambios de camiseta: “Y quien arriesga más, triunfa más”, opina John Smith, buscador de ejecutivos de la firma Smith Search.
Y las que arriesgan, posiblemente no tienen más opción que relegar su vida personal.
De acuerdo con Gina Zabludovsky, investigadora de la UNAM, un 49% de las ejecutivas son solteras; un alto contraste con la cifra de las mexicanas mayores de 25 años que están casadas: 69%. No son pocas las mujeres que en la búsqueda del equilibrio entre lo profesional y lo personal, montan un negocio propio para ser dueñas de su tiempo.
Entre 30 y 40% de las mujeres dejan la empresa después de cinco años. “A una mujer, independientemente de cuánto le pueda doler el fracaso (profesional), la sociedad no lo verá mal, pero si fracasa en casa, será todo lo contrario”, afirma el reclutador César Muñiz, cazatalentos de Russell Reynolds.
Un estudio de la consultora McKinsey encontró en 2005 que 30% de las mujeres trabajan para complementar el sueldo de sus parejas. 25% trabaja por convicción y lleva además el rol de ama de casa. Y sólo una de cada 10 de ellas trabaja para desarrollarse, y tiene ayuda doméstica.
El estudio encontró que la mayoría de las mujeres en puestos directivos hicieron carrera en una sola empresa; a diferencia de lo que parece común entre hombres ejecutivos, pocas tienen en su trayectoria varios cambios de camiseta: “Y quien arriesga más, triunfa más”, opina John Smith, buscador de ejecutivos de la firma Smith Search.
Y las que arriesgan, posiblemente no tienen más opción que relegar su vida personal.
De acuerdo con Gina Zabludovsky, investigadora de la UNAM, un 49% de las ejecutivas son solteras; un alto contraste con la cifra de las mexicanas mayores de 25 años que están casadas: 69%. No son pocas las mujeres que en la búsqueda del equilibrio entre lo profesional y lo personal, montan un negocio propio para ser dueñas de su tiempo.
Desde aquí un abrazo a todas las mujeres!!!
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